Al ir paseando por el campo y encontrarnos con un jabalí no podemos evitar la emoción y que un leve escalofrío nos recorra todo el cuerpo. Se trata de un animal que aunque se identifica como ungulado, posee la fuerza y la agresividad que puede tener un oso.
Destaca de ellos su gran cabeza y su larga crin que se eriza en los momentos de peligro. Su capacidad defensiva se centra principalmente en su poderío físico y en sus desarrollados colmillos.
Se tratan de animales sociales que suelen ir en grupo (piara), sin embargo, los machos suelen dejar el mismo en la pubertad y vivir en soledad.
Presenta una alimentación muy variada, desde frutos o semillas hasta caracoles y conejos. Pese a su fiero aspecto, el jabalí es muy cuidadoso comiendo y pela aquellas castañas, bellotas o piñones que va a comer.
En época de reproducción, los machos se enzarzan en violentas peleas para establecer una jerarquía sexual. Vamos a ver este potente animal del cual parecen proceder todas las razas de cerdo doméstico.
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